RAINER MARIA RILKE

Sólo somos boca


Sólo somos boca. ¿Quién canta del lejano corazón
que permanece sano entre todas las cosas?
Su gran latido se nos ha repartido
en pequeños latidos. Y su gran dolor
es, como su gran júbilo, demasiado grande para nosotros.
Así, continuamente nos arrancamos de nosotros mismos
y somos siempre boca. Pero de pronto irrumpe
secretamente en nosotros el gran latido del corazón.
Y entonces devenimos esencia, transformación y rostro.

(de: POEMAS DISPERSOS Y PÓSTUMOS)


Regresar a Traducciones

Regresar a la página principal